Volver al trabajo después de tu embarazo

Regresar al trabajo puede ser un momento muy desalentador para cualquier madre, especialmente si eres mamá primeriza. Ya sea después de 9 meses de licencia de maternidad ó tras 9 años de estar trabajando desde casa. En este Blog, te ofrezco algunos consejos para algunas de las preguntas más populares desde mi experiencia como mamá y empresaria.

“Desde que regresé al trabajo siento que he perdido muchas habilidades”

Serás una persona diferente cuando vuelvas al trabajo después de tener a tu bebé. Sin duda, algunas mujeres se preocupan menos por las cosas pequeñas, algunas se sienten más cómodas tomando decisiones difíciles, algunas pueden manejar más presión y otras pueden ser más eficientes y organizadas con su tiempo.

Aprovecha tus nuevas habilidades y sácales provecho. Tal vez ahora eres mucho más paciente, tienes más empatía con las personas o realmente te las arreglas mejor en situaciones difíciles. No te compares con los demás y cuídate.

“Me preocupa lo que piensan mis colegas sobre mí desde que vine a trabajar después de la licencia de maternidad, ya que algunos de ellos no tienen hijos.”

En primer lugar, no te preocupes por lo que otras personas puedan estar pensando, ya que nunca lo sabrás. Si tu gerente te concedió diferentes horarios de trabajo o te ha hecho asignaciones especiales porque ahora es una madre, entonces eso es a su propia discreción.

Puede ser realmente difícil volver a instalarse en el trabajo. Pero, trata de no preocuparte por tus colegas; tal vez descubras que sólo necesites retomar la relación con ellos durante tu tiempo ausente. Recuerda que sigues siendo una persona única y que convertirte en madre es un regalo increíble y maravilloso. Sin embargo, a veces nos perdemos un poco cuando tenemos un bebé, así que dedica tiempo haciendo cosas para ti, ¡cosas que amas! N necesitas hablar de tu pequeño todo el tiempo, especialmente en tu trabajo.

“No me siento cómoda ni segura de nada de lo que me pongo y realmente me está deprimiendo. Además, comprarme un vestuario completamente nuevo no es una opción para mí.”

Ok, lo primero que debes hacer es reservar un día porque esto requiere de toda tu atención. Saca toda tu ropa del clóset, lde os cajones, de las maletas, etc. Toda tu ropa, incluidos tus zapatos y accesorios, necesitas ponerlo sobre la cama para que puedas verlo todo allí. Lo siguiente que debes hacer es tomar cada artículo y ver cómo te hace sentir.

¿Te hace feliz? Si es así, consérvalo. Si no estás segura porque es demasiado grande, pequeño, tiene etiquetas, tiene valor sentimental pero no lo usas, entonces deséchalo o regálalo. Con algunas prendas sabrás de inmediato qué hacer con ellas; las que te generen dudas mejor regálalas a alguien que le pueda dar un mejor uso que tú.

Suena fuerte porque lo es, pero te aseguro que te sentirás mejor. Entonces, ¡ahora tienes ropa que te encanta! No te preocupes por la moda o las tendencias. Una vez que tengas una pila de prendas que te encanten, piensa cómo la puedes mezclar y combinar; tanto elegante como informal. Lo importante es que te sientas cómoda con la ropa que ya sabes que te encanta y te queda bien.

Iliana